sábado, 23 de marzo de 2019

Suma





Suma:

    Mente
+  Sensible
———————
         ?


*Resultados varían.




ALR, #PuertoRico



jueves, 16 de agosto de 2018

Después de Mar, iría


Después de Mar, iría:


Involución sin acción.

Procesos de pérdida y sufrimiento sin atención.


Hemos quedado sin madre, ¡tierra mía!

Quedándonos,

sin ir a ninguna parte.

Nadando en lodo de sangre.


Nadie sale a la calle con un plan de

resistencia.

Paranoicos nos llaman

después de golpearnos, violentarnos.


Muero sin hambre.

.

ALR, Puerto Rico.
2018.


.


lunes, 16 de julio de 2018

Pan



Pan

Cruzado el umbral de Vaca Rota, varias mesas posicionadas a la izquierda saludaban al comensal.

Bajo la estudiada oscuridad resaltaba una decena de aromas de pan recién horneado cortado en gruesas lascas. Abrillantadas, muy distintas unas de otras en color, forma y textura, lucían ordenadas sobre bandejas de plata según su receta.
Quedé iluminada.  ¿Puedo servirme varios pedazos?  Percibí una mirada burlona.  Otra con pena.
No estaba allí por vacas rotas ni por mis propios pies.
“Hoy no cocino.  Fumamos para que nos dé hambre, y cenamos fuera”, era un mensaje carente de data previa en mi cerebro.
Yo siempre tenía hambre.

El hombre ordenó al mozo varios platos protagonizados por sendas botellas de vino tinto.  Me preguntaron.  Filetes, no sé qué.  Todo era carne.  Aquí solo hay carnes, ella me dijo.  Miré mis tres lascas de pan y pregunté cuán cocida. ¿Midium reer?  Apareció una ensalada.  Triste como su sombra.

Mi pan era dulce, con nueces, frutas, semillas.  Sabía a bizcocho.
Cuando la enorme porción de carne apareció sobre mi plato, nombrada como la más cocida y deliciosa, sonreí ayudada por el vino, apurando otro sorbo junto a otro pedazo de pan.  Que ya sabía entonces de bien comer el pan a pedazos y no a mordiscos directos de la rebanada, como lo hago estos días en que escasea.  Otros días eran aquellos.  Carne chiclosa, chorreante, jugosa de especias y sangre.


La pobreza no habría impedido visitar algún restaurante intermedio una vez al año, de así planificarlo.  No era importante.  No existía como estilo de vida o prioridad.
Comer, comíamos, según lo disponible.  Frituras, golosinas, dulces, cereal, la cena temprana siemprelomismo, hedionda a Tuperware sin lavar de la abuelastra, los almuerzos dominicales de la tía con flan de postre, el pan soba’o, salchichón con galletas de soda, mantequilla de maní directo de “lata” de cartón enorme, llenaban mi panza.

Nunca almorcé en la escuela durante doce años.  Cuando tuve piernas propias, me aventuraba suicida a las 3 p. m. hacia la tiendita en una cuesta del pueblo para buscar alimentos marca dulces, chocolates, alguna paleta y cero frituras, que eran más costosas.
Así, en ayunas todo el día escolar, pasó la infancia y adolescencia.  Desarrollé salud de cuervo-chango moribundo.  Preferencias alimentarias nefastas, junto a desconocimiento culinario.

El colegio en que estudiaba pagando privilegios, carecía de comedor y de opciones a la venta que superaran el Holy Grail de un hot dog, #pastelillos (#empanadillas) de pizza o carne, y sanduiches de mezcla los viernes.  Era común ver desmayos en niñas muy blancas o debilitadas.  Yo no era blanca.  No soy.  No quiero.  Nunca quise serlo.  Debilitada, tal vez.  No lo sentía.  Sólo a veces.  Este mismo cansancio largo que siento ahora.  Hambre verde con burnout.

Pero era joven.  No había internet para hacer búsqueda de síntomas o recetas.  Sólo la tele con tres canales en b/n.  La escuela y sus libros.  Los libros antique que aparecían en casa y nadie más leía.  Revistas y cómics de la farmacia.
Autoeducarme.  Ser responsabilidad propia desde que nací.  Aprender de otros niños.  Observar diferencias entre hábitos y disciplina familiar ajenos y los nuestros.

No recuerdo qué hábitos o disciplina había en mi casa.  Absurdo.
Todo era ir.  Todo siempre tarde.  Dormir tarde.  Llegar tarde al colegio o a la iglesia.  Tarde a citas médicas a las que no era llevada hasta pasar varias noches gritando.  Cenar horrendo tarde.  En silencio.  Sin reglas, estética o modales.  Con pobre iluminación.  Cenar pan soba’o sin sentarme a la mesa a las 11 pm previo a un día escolar, surcando el largo y ancho de la casa en carrera llorosa, mientras mi madre apostaba una suerte de muebles y objetos variados contra puertas y ventanas cada noche, presa de terror en nuestra casa de cemento flanqueado con rejas de acero cada uno de sus huecos.
Todas, menos la puerta trasera.  ¿Por qué en la puerta trasera no?  Creo fue por orden del abuelo.

El lado materno de mi familia materna era racista-clasista sin arrepentimiento.
Mi abuelo materno era negro.  No verde, como mi madre y yo.   Mandón, infiel, manipulador, embustero, politizado, armado, machista, responsable, respetado, maltratador, rezaba el rosario a diario zombie de sueño.  Levantó un muro entre racistas y sus hijos, aterrorizándonos a todos con algo desconocido.  Algo que nunca se decía con sus letras.
¡Racismo!  ¿Qué más terror que el racismo acompañado de misoginia?
¡La falsa inferioridad!  ¡El silencio!


Mastiqué el trozo geométricamente serruchado sin doblar las muñecas lo mejor que pude.  El hombre tomaba copas por botellas paseando sus ojos de mis panes a mi cara con odio.  Él pagó.  La mujer me urgía a disfrutar la carnosa pieza y dejar el pan a un lado.  El vino en mi cabeza, en mi garganta, no ayudaba en el proceso.
Ellos degustaban algún postre.
Yo masticaba.
El hombre continuó bebiendo.
Yo masticaba.



ALR, Puerto Rico, 2018.

domingo, 10 de junio de 2018

sábado, 2 de junio de 2018

De árboles, gatos, muertos y María Antonieta



No sé cómo llegué aquí.
A este Amazonas triste y feliz trabado de emociones con mil rostros.
Duelen los ojos.
Un perro ladra cerca pidiendo que relate lo de ayer.

Ayer, dos trabajadores en mi propiedad mantuvieron con una vecina la siguiente conversación:

Oye, Fulano, dijo ella, tú no sabes qué será bueno pa'  "sacar"  a unos gatos de aquí?
Es que aquí hay unos gatos que se pasan jodiendo toda la noche (nótese que el "aquí" al que hacía alusión no es el "aquí" nombrado al inicio de este post, y que, "sacar" en mentalidad de corrupto -colonial habitual, se refiere a asesinar).
Ay, mijo, continuó, y yo que odiooo los gatos, saboreó, extendiendo la palabra odio.

Uno de los dos hombres le contestó:
¿Gatos? Puej, lo único que yo conozco es 'tres pasitos'!
Y rió.

Ja, ja, ja, rió también la vecina, cortándose seca en plena carcajada.
Pero yo creo que eso ya no lo venden, selló con tristeza.

Pregúntale a fulano, siguió el trabajador (refiriéndose al esposo de la mujer), él sabe de tres pasitos.


Silencio eterno entre ambos.
Duración, dos segundos.


¡Fulanooo, fulanooo!, rompió el silencio la mujer llamando a su marido con voz de urgencia.

Y se fue.

La hija de mil putos se fue y no alcancé a grabar la conversación.

Pero me quedó claro.
Varios gatos estaban en peligro de ser asesinados.

Esta mujer es la misma que hace años pateó durante semanas, cada amanecer, el tronco de un árbol que había sido replantado para salvar su vida tras un huracán.

Esto, lo presencié con estos ojos que han de ser donados a los gusanos.
Mientras, profería un monólogo demente por lo bajo, maldiciendo el árbol, llamándolo "mierda, porquería".

Una mañana, el árbol, delgadísimo ante el ataque cotidiano, apareció tendido sobre la acera sin posible recuperación.

Esta mujer es la misma que levantó una micro-protesta harta de odio contra otro árbol que sí se salvó de huracanes y patadas, logrando servir de nido a cotorras, búhos y otras aves, filtrando oxígeno y ruidos con sus miles de hojitas, que, renovándose en otoño, caían y caían, y caían...
Al punto que otro vecino profería gritos soeces contra el árbol por sus hojas que "ensuciaban la entrada de su casa".

Así pues, ambos vecinos unieron fuerzas y entre chistes bullies y tazas de café, maldecían las hojas del árbol que, según decían, atentaba contra la sanidad y estética de su calle.
Luego, reían a carcajadas, burlándose del abandono de la casa que los separaba, de su grama alta, su pintura escamada, y otras tragedias que suceden a las casas cuando sus dueños enferman, pierden sus ingresos, empobrecen y carecen de ayuda externa.

Un día, aprovechando que el frondoso árbol también "enfermó", lograron sacarle un dudoso sí a la anciana dueña de la casa.
Segundos después, apareció una súper sierra a devorarlo.

El aire, los ruidos, la temperatura, la vida, ha sido un infierno en crescendo desde entonces.

Pero volviendo a los gatos.
Yo tengo un gato. Otra vecina tiene dos. Los que pernoctan en el patio de la vecina odiante/hater son otros.  Gatos homeless, hambrientos, heridos.
Gatos vivos en fin.
Tan vivos como lo estaba uno de mis gatitos antes de morir aplastado por un vehículo frente a mi casa. Tan vivos como los vecinos haters.

Aquí no se puede dejar árbol o mascota alguna sin protección o vigilancia por un segundo.

El club de viejóvenes retirados dedicados al odio y a cobrar sus altas pensiones producto de panismo, oportunismo y corrupción en esferas gubernamentales, se encargan de eliminarlos.

Estos demonios y sus familias pertenecen a un grupo que no ha dejado la Isla para irse a vivir/morir en la diáspora.

Estos demonios y sus familias fueron a votar en las recientes elecciones. La mayoría se identifican con el partido político insular que manosea una relación de estadidad para Puerto Rico y son muy "tolerantes" desde su  hipócrita puritanismo caribeño, con las degeneraciones antihumanas y delitos del 45.

Inmediatamente del paso de María, el huracán asesino devastador que implotó vidas e historia de Puerto Rico, los vecinos haters de árboles, repararon desastres en sus "mierdimansiones" con una obsesividad compulsiva y rapidez que asustaba.
Pintaron, limpiaron, sembraron, arrancaron, plantas eléctricas y cisternas de agua se multiplicaban.

Como colofón, "espetaron" frente a, o sobre sus casas una gigantesca y amable (por su gente buena, que la hay), bandera estadounidense.

Mientras, miles y MILES de puertorriqueños MORÍAN y morían, y morían, y morían, y morían, morían, y morían, y morían, y morían, morían, y morían, y morían, y morían...

Pero ELLOS y sus familias, celebraban.
Hacián barbacoas. Veían pelis hasta medianoche.
Sin compartir plantas eléctricas ni agua, fuera de su sagrado cír-culo.

Estaban BIEN.
Era vital estarlo, para asesinar más árboles y gatos.


#PuertoRico #PostMaría
#PuertoRicoDeathToll
 #Ãl🇵🇷.

ERA

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ERA


Era del ser anti-ser.

De su cadáver

más vivo que mil sombras.


Favor flotar sin emoción

ni siento

           cientos de sentires

sobre la espalda que sostiene

miles de almas.

Apuñaladas.

Ignoradas.


Sin "tu cabeza golpea la nevera"

por furia ante crueldad e injusticia.


No aciertes ni calles.

Desparrama.

Quien calla pudre universos

y queda tan pancho el más cabrón.

¡El más gobierno asesino!


Ayer fue una guerra.

Hoy es otra.

Estas son tus armas:

🌺🌼🌻🌹🌱🇵🇷👁



ALR, Puerto Rico, 2018.

miércoles, 30 de mayo de 2018

María


Hoy, 30 de mayo de 2018, sabemos que los muertos a consecuencia del huracán María en Puerto Rico, sobrepasan los cuatro mil.
Quizás, más de cinco mil cadáveres humanos.
Científicamente, podrían ascender a ocho mil. ¡O más!

El gobierno y su fanfarria de sumisos, corruptos y oportunistas lo burla. Lo niega. Se mantiene firme en defender que “sólo” hubo 29, no, 64, no, algún número similar de muertos.

Ante tal Alta Traición a una nación empobrecida, burlada, engañada, ¡DEBEN ser juzgados!








A continuación, ideas que pude salvar durante días pos-huracán María.



Viernes, 3 de noviembre de 2017, Puerto Rico.

A 45 días del paso del huracán María, en muerto y en directo desde uno de los puntos más afectados, o sea, desde todo el archipiélago puertorriqueño, continuamos sin servicios de agua, de electricidad, celulares, telefonía e Internet.

En mi hogar perdimos el auto, la puerta, la cortina exterior, la nevera, los closets, su contenido, los libros, muebles, cocina, baños...

Mi madre lucha sin comprender, encamada tras sufrir un CVA que disparó su demencia.

A ratos, cierro los ojos y todo parece una gran muerte en vida. Un Truman Show.
Una vida que mató su propia muerte transformándola en eterna supervivencia, abandono y desesperanza.
Soledad.

A veces duermo. En la sala o en el suelo.
Por el deterioro causado por la humedad, perdimos las habitaciones regulares, excepto la de mi madre.
Nuestra casa es de cemento.
Como el cerebro de muchos políticos y fanáticos.



María descabronó sistemas biológicos y sociales en Puerto Rico ya atacados de muerte previo al huracán.
Asesinó a decenas de humanos, que en horas se multiplicaron a cientos.
¡Meses más tarde fueron revelados al mundo como miles de muertos!

María nos hizo "time warping". Nos fracturó el GPS cerebral.

Con antifaz socialista, creó un breve estado de aparente violenta igualdad, utilizando métodos Sci-Fi inasibles a nuestro conocimiento. Dejándonos una falsa sensación de “igualitos”.
Horas después de sus últimos destrozos presentó su verdadero rostro:

Se desnudó ante Puerto Rico como un Golpe de Estado Capitalista Gentrificador, nada suave, en una colonia propiedad de los Estados Unidos, que, al momento del hambriento huracán, ya sufría estragos de indigencia mayoritaria.

El desempleo, la desestabilización sociopolítica, aún siendo ciudadanos estadounidenses (latinos, caribeños invadidos por EEUU; AKA, entregados por España como botín de guerra durante la Guerra Hispanoamericana de 1898), fue desde hace décadas nuestra diaria tortura.

La bancarrota gubernamental creada por corruptos, la pobreza en aumento, la inseguridad, los crímenes, la severa crisis política, social y educativa, era historia cotidiana cuando el fenómeno natural nos devoró.

Los precios tetra-inflados que DACO NO controló tras el paso del huracán María.
La carencia de servicios básicos (considerados Derechos Humanos) durante largos meses.
El caos decadente, corrupto y genocida en la mayoría de servicios de Salud.
La maquinaria gubernamental y el plan de supervivencia local “llevados al máximo” sin éxito, demostraron que Puerto Rico NO estaba preparado para resistir y sobrevivir a un desastre natural de tal magnitud.



Gobernados por nosotros mismos, por brigadas y militares que llegaron más tarde, desarrollamos músculos en zonas laxas cargando agua, árboles, escombros y bienes de supervivencia.

Bañados en sodio como única opción comestible, desarrollamos hipertensión, Estrés Postrauma (PTSD), y una lista de enfermedades y condiciones que, de haber estado verdaderamente PREPARADO el País, nunca habrían ocurrido o sido postergadas.

María nos cortó el cabello, para gastar menos en su aseo.
Se fumó nuestro otoño, transformándolo en memorias históricas borrosas. Oscuras.
Nos inyectó PTSD directo al cerebro sin médicos ni personal preparado disponible para tratarlo como lo que es, una situación de vida o muerte. Una emergencia médica.

Así el escenario, mordimos galletas de soda, entre cadáveres ex-comestibles en las ex-neveras. Entre cadáveres de animales y humanos en las calles hechas ríos.



Pocos sabían la realidad.

Los “MEDIOS”, en su mayoría, se dedicaron a desinformar, entretener, distraer, enajenar, seguir con la joda que hace décadas adormece la conciencia y empatía de una sociedad puertorriqueña ya enferma de auto-odio.

El “Estadoazotismo”, un primitivo y violento idealismo político pro estadidad de la Isla comparable al Tea Party, reventó más su odio fanático de "puertorriqueños" contra puertorriqueños, excepto con sus cómplices y tontos útiles, entrando en fase Guerra Fría 102 y Alerta Roja en sus pensamientos y palabras con fibra de terrorismo cibernético.

Esclavista, neoliberal, ultraderechista, clasista, racista, bully; ilusionado con ver rodar cabezas, tal idealismo vive por un solo fin:

Obtener PODER Gentrificador en tiempos en que ¡ninguna colonia es sinónimo de democracia o Justicia!





A mí, el huracán María me dejó loca.
¡Loca de indignidad, dolor y frustración!
¡Loca de furia!

Dejó a mi familia paterna tristemente lejos, como ya lo estaba, y a la materna, menos a tres, muerta de indiferencia bully, como siempre estuvo.

Solo algunos vecinos, amigos y desconocidos nos salvaron a diario.

Unos pancakes, un paquete de huevos, agua, estufa de gas, alimentos no perecederos, útiles de higiene, una neverita cuando hubo energía eléctrica…

Ellos no lo saben, pero ¡NOS SALVARON!

A ellos, ¡GRACIAS!

A los demás, sabemos sus nombres y dónde y por qué se arrastran.

María nos dividió entre egoístas y justos. Entre apáticos y empáticos. Entre cielo e infierno. Entre pobreza escondida y grupos de ayuda posiblemente pobres o damnificados también.
María nos separó física y mentalmente como Pueblo.

Pero ante todo, sacudió la gran mentira a conveniencia del tirano y el traidor:

Las falsa bondad de la indiferencia y la neutralidad.

¡Como poco, un nuevo despertar ante cómplices y corruptos debe ocurrir!




ALR, Puerto Rico, 2018



domingo, 30 de julio de 2017

DístoPRia

Habichuelas de ayer
con galletas de soda.
No hay escasés
sino gentrificación
vestida de boricuicidio.

Saborea.
Olvida que alguna vez
hubo hambre
en el útero materno.

Mi madre perdió 30 libras
durante mi gestación.

Niña, corrió bajo bombas
sin plena,
¡sin saber qué carajos!
¡Temiendo al temor mismo!

Así, toda una nación.

¿Que vino el español?
¡Amamos en español!
¿Que vino el inglés?
¡Cantamos en inglés!

Y escupimos
desde pasado y futuro
en única lengua.
Con o sin huevos.
Con o sin desayuno.

Fin de tres galletas.

A.

martes, 14 de marzo de 2017

Malditos días






Malditos días 

en que tu humanidad 

derrite como reloj de Dalí.


Cereza oscura, pistacho ultravioleta

¿cuándo vas a salirte de aquí?

De mí.  De ti.

De lo que nutre y rompe tu alma.


¡Ámala!

¡Ámala!

Puedes pintar tu rostro 

de guerrera o lágrima.


.


ALR, Puerto Rico, 2017

martes, 4 de octubre de 2016

El Puerto








El Puerto es limbo al filo dividido.

Masturba odios y adioses

con ojos de desahucio.



Unos se clavan con furia

sobre su espejismo

otros

lloramos dolores de arena y sol


porque estos mares de adentro

son todos mismo mar

y ni en proceso de muerte

el norte se pierde

ni el sur

ni el hambre de volar caricias

en tiempos de agujero negro.


.


ALR, Puerto Rico, 2016.

martes, 15 de marzo de 2016

Anticasa






Hemos roto la casa

con el pecho

la mirada.


Flotan alas de polilla

caparazón de hormiga brava

sabor a smoothie de pintura

a hongo oreja de palo sin burro-elefante

ni ojitos jinchos de camarón.


¡Ay bendito, nos odiamos!


Difícil acto es parir a nuestra madre.

.


© ALR, 2016, Puerto Rico.




Imagen:
AA78 by Zdzislaw Beksinski
|

martes, 9 de febrero de 2016

Sueño


Día 9, mes 2, año 8:



Sueño con menos frecuencia
que en revelaciones del Antiguo Testamento.

Sueño atea.

Descanso profundo casi nunca.

No hablan mis sueños de dormir,
de micro-insomnios con hedor a ajena paranoia,
a orín de ausentes vivos
asistiendo festivos a nuestro no-funeral.

No hablan de fragancia de ciruelas y vainilla,
pistacho y almendras
de chinas -naranjas- oranges
antes muy frescas,
inaccesibles luego del tax y el vampírico cabotaje.

El tejemaneje en autopistas,
el vaivén del mar
reducen su calidad
a sobras
que no comemos con sal.

No hablan del mínimo intento de belleza
asomada entre agotadora supervivencia.

No hablan mis sueños
prisioneros sin boca ni dientes,
con cabello arrancado y uñas enterradas en piel propia,
de su inerte pantano de autodestrucción.

Juegan
a Isla en pedazos.

Porque el miedo,
porque el dinero,
porque la hierba verde.

Porque la nada no sabe nadar
y desesperada nos abraza,
sumergiéndonos en el Puerto más hermoso,
aterrorizado de Libertad.



.


© ALR, 2016, Puerto Rico.

viernes, 22 de mayo de 2015

Escribir



Escribir a sea

c a-c imposi-bleh.


El perro de papel ladra

interrumpiendo el alma

en su caída imaginaria.


Lo amo más que a estas palabras

sin fondo de ruidotón.


.
© ALR, Puerto Rico, mayo, 2015

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domingo, 14 de diciembre de 2014

Anoche una canción



Anoche una canción
entró echa dulzura por ventanas tapiadas.

La degusté, neblina afuera
absorta en café y titulares globales:

"Dulce, dulce,
vida es dulce
como siglo de algodón.
Dulce esfera de la espera
dulce cuerpo de ilusión"

Durante medida de tiempo extraviada en sí
se deslizaron pasos en el patio.

No canté más.
Y es lunes, pensé.
Y aun es noche.

Tejí el más profundo silencio
enclavando mil ojos en la tierra.

Recordé los dedos de mi mano derecha
tornarse verdosos minutos antes en el baño,
mi mano viva
acariciando a mi gato.

Recordé a los 43.
Soñé que se habían perdido en extraña fosa
forjada en hierro aún crepitante.

Soñé que eran más.
Que abrazados sus cuerpos
poblaban todo el planeta.

Un chirrido de reja oxidada me hizo saltar a la ventana.
Sin más silueta que mangas cortas blancas
alguien subía la calle
aleteando acelerado
hasta perderse en la espesura
de mi propia oscuridad.




© ALR, Puerto Rico, diciembre, 2014


viernes, 28 de noviembre de 2014

Sacred Isolation IV



Sacred Isolation IV

La piedra

La situación es como sigue:

Una pistola de latón para oprimir un tubo de plástico que contiene no sé qué silicón de mierda, mismo que tardé horas en abrir utilizando para ello toda suerte de herramientas no útiles y toda la fuerza perdida gracias al chikungunya, hijo de su gran madre vampira-chupa-chup, me mira. 
Recostado su cuerpo sobre un periódico viejo que utilicé para evitar que las avellanas que ayer golpeé con maceta de acero salieran disparadas, el tubo yace, invisiblemente masacrado.
El cobertor de latón-pistola que envuelve el tubo, gime entre herido y atormentado.
Un agujero en la parte superior de la boca del tubo plástico, hecho con destornillador y cuchillo de cortar pan -cirugía necesaria para la extracción del preciado, viscoso, químico material- se oculta temeroso.
A su lado y de manitas, un tenis roto, propiedad de una mujer encabronadísima, sobrevive a su destino, embarrado en la sustancia antes descrita que invita al vómito del más fuerte. 
Entre la suela desprendida y el fondo de suela, divorciadas hace semanas, asoma su amenazante transparencia, su químico hedor.
Como remate, una hermosa, gris, triangular, pesada piedra ejerce presión sobre la suela del zapato al revés, pretendiendo que ambas suelas se mantengan cercanas. 
Porque fundidas como en el día de su glorificada transformación jamás volverán a estar.

Toda esta trivialidad de supervivencia devasta.
Pero si me preguntas por qué, no puedo contestarte.
Una sombra amordaza mi boca, ciega mis ojos y borra mi memoria, dejando un agudo tinitus en mis oídos.
Así como cuando mi padre murió y ya no pude hablar ni quise hacerlo. 
Fui una niña muda. 
Ahora, mujer muda frente a un zapato, una piedra, un tubo de silicón...

Ya debo irme.
Debo atender a otros muertos que parecen vivos,
marchando con un pie desnudo.



© ALR, 2014, Puerto Rico.

:

sábado, 4 de octubre de 2014

Sacred Isolation III







Sacred Isolation III


¡Mira pa'llá!

¡De cuántas cosas vivas buenas
me he perdido no estando aquí
n estando allá.

Han sido pocas, como pocas son las cosas buenas entre tanto mal nauseabundo.

Pero han sido.
Siguen siendo.

Y sé, con la razón aun
cuerda bajo mi pelo,
que estando allá o aquí, igual
me habría perdido de esas cosas en su momento transgresor y tiempo exacto.

Que siendo hombre o mujer, niña o elefante, me las habría perdido.

Que siendo preso o exiliado, insecto, cotorra o perro, me las  habría perdido.

Porque en este tiempo solo importa, con o sin dolor, que llegue el sueño, y caer donde me acomode
y que lleguen voces ruidosas con elementos supremacistas a coro, con ruidos maquinales, zombilizados, zombilizadores, a despertarme.

Es por eso que ya no recuerdo mis sueños completos.
Sólo, a veces, su final.

En el de anoche desperté a las seis
entre actores difusos (solo uno me fue malconocido), apeándome de una camioneta que iba yo manejando, justo cuando el único camino "meta" ajena que carecía de sentido e importancia para mí, se hizo estrecho como pasillo de barrio entre construcciones viciosas y profundas escaleras.

Fue un acto de inserción superviviente mutante en sociedad anacrónica creída en control absoluto.
De desobediencia civil como salvación.


© ALR, 2014, Puerto Rico
.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Sacred Isolation II






II


Amasa el pan con tu lengua

desangra exilio

palabras tomadas de la mano

cantaron flores para secar tu llanto


se olvidaron en segundos

y así su eco

así su presencia danzante de auras y cuerpos

enamorada del mundo

de su tiempo sin tiempo.



A solas frente a un té de jengibre

preguntas sin boca:

¿Qué puta mierda es todo esto?

Este delirio de flores

de masa de pan y árboles muertos

de nudos apretados sudando odios

sobre confeti en calles indolentes.


Pregunta innecesariamente extensa

para encontrarte

porque te sabes

perdida en forzar amarte

desdén acumulado

sobre explosión de amar amores 

que amaron tu brevedemente

y aprendiste 

que amor que desama

no funciona como suicidio

sí como desarme a muerte

o como absurda jaula apocalíptica

en que truenan tus huesos

y ruge tu intestino

al ritmo de peleas vecinas

de latas enmohecidas cayendo en tu balcón

de canciones anti-amor, amor, amaste

hasta mutar tu tótem en una sola voz.


Hablemos,

posesos de hipidos libertarios.


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From Sacred Isolation

© ALR, 2014, Puerto Rico

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Sacred Isolation I






I


The fist of love, 

engendro inaceptable

hijo de masoquismo autodestructivo 

que encarnó tu baja autoestima.



Prefiere ser tu amada enemiga 

a tener amigos capaces de matar 

con armas o palabr-ass

todo lo que se mueva o respire

contrario al valor excremental

de lo que consideran su vida.


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From Sacred Isolation

© ALR, 2014, Puerto Rico

Foto: ALR, #AgoraFoto

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sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Cómo encontrar una casa perdida?


¿Cómo encontrar una casa perdida?
La rabia la sepulta bajo cruz esclava
y los vecinos comentan 
que brilla por lo oscuro 
entre las suyas 
pulcras, renovadas.

Se burlan.

No hay nada que obtener de ella
de su patio 
de su limonero
de su nada que fue 
árbol que cortamos 
para no ver más sus hojas 
su comején.

Que está perdida la casa
y lo dicen al odio
sin saber 
que les escucha
un fantasma de viernes
de inicio de mes  
al que le faltan muchos días
para cosas que ni sabe 
ni desea ni espera
a quien le duele el cuero cabelludo 
de tanto atarse en sí mismo 
cabello-tenso-nudo 
y se han cerrado sus chakras
hiede su ropa, cuerpo, boca.

A nadie o poco importa
este fantasma zombie
ninguneado por todos y por sí
porque aún viviendo 
nunca supo ser 
o encontrarse
en cualquier casa perdida.


© ALR, 2014, Puerto Rico







Canción:

Sally Timms y Marc Almond 

- This house is a house of trouble (extended) 

*released on 1987.

Pequeño elitismo insular









Pequeño elitismo insular

asco de mueca 

bacteria de inicios del Planeta

nunca regalo de belleza

de muertos inmortales.


Hieres a un mundo 

herido ya 

de (in)diferencia

como alfiler hipersónico a gatas 

penetrándose a sí mismo.

Sórdido y feliz. 




© ALR, 2014, Puerto Rico.

Imagen: Fotograma de ¡Que viva México! (1931) 
Película inacabada de Eisenstein.

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lunes, 1 de septiembre de 2014

De cómo vaciar un territorio





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De cómo vaciar un territorio
_

Sobrevivir 

engendra polvo de olvido

de odio sin memoria

sin memoria

sin me morí, 

¡ah!


Qué prisa por vivir 

durmiendo hartazgo

conectado a mil universos

que desprecias 

prejuiciado de ti,

Paislarchipié.


_

ALR, Puerto Rico, 2014
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lunes, 21 de julio de 2014

Si besos de azúcar salvaran







A los niños de Gaza


Si besos de azúcar salvaran 

de guerras por odio genocida 

¡cuando pocos  gritan horrorizados 

contra el terror y su injusticia!



Pero los poderosos, 

los muchos

no quieren (¿no pueden?) escuchar.

Hacer, menos.

Solo hablan

y hablan,

como si hablar reunificase 

cuerpecitos demolidos.


*

ALR, Puerto Rico, 2014

*
Imagen: ALR, Puerto Rico
*



jueves, 10 de julio de 2014

Ella




Ella nunca supo que no estuvo.

Aún cree estar sin estar.
Estando.
Nunca aceptó estar ciega,
siempre mirando.

Se veía venir en ojos
de ciega mental
sorda mental
muda mental,
sin memoria.

Sin inmutarse a proteger a su cría,
tumbada inconsciente sobre el suelo de su casa, por un Fernandopuñetazo.

Sin llanto ni rabia
sin  idea de equidad o justicia.

Sin trastornarse
al ver rodar a su niña por la escalera
rebotando su cabeza sobre ladrillo de cemento.

No miento.

Ingenua feliz hasta el delirio, se hizo madre.

No miento.

Siempre temiendo obsesiva la llegada del cartero.

No miento.

Temerosa de la noche
de la lluvia
de los ruidos
de celebraciones
de ventanas y puertas
de la ciencia
de cualquier ver_dad.
Hablando sola.
Fingiendo.

No pude ver a dad como deseaba,
no muerto.

Cuando le vi, él sabía bien de todo esto.

Que escribiría estas palabras
mordiendo un mug cake de chocolate.

Sin libertad.
En guerra por dignidad,
una tarde infernal
del Mundial sin partido.

:
ALR, 2014, Puerto Rico

#Agoraphoto, ALR, 2014, Puerto Rico

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