jueves, 30 de noviembre de 2006

Lo único que pude crear

Lo único que pude crear fue esto:


dormir cada noche contigo
en mis venas 

y alucino
tú lo sabes, eterno ladrón de sombras

Todo compone Tu Altar.

Lo que no fue escaparte
fue buscarte y adorarte.

Lloro de ti
nunca por ti
siempre en tu pecho.
El milagro ha sucedido.


¿Qué nos depara el destino?
Después de mirarte horas y
decirte lo que sabes,
no hará falta investigar
viejos poemas de octubre.


¡Qué nota tengo, musical!
Intoxicada de ti
presa del frío, pero en ti.

Ya las poetas no piden perdón por amar así.
Sorry Bukowsky’s bones.
This seems 2b a piece of crap,
but it’s not, it is my heart 

I’m eating its' head off.
My love is open 24 hours.


Si un día me tienes como me has
tenido tantas vidas,
¿qué pasará?
¡Y es que hoy he visto tu alma!

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© ALR, Puerto Rico, 2006

Escuchando: “La colina de la Vida”, León Gieco, Víctor Heredia,
Album, Todas las voces, todas 1… es más, todo el CD, contigo.


miércoles, 29 de noviembre de 2006

Chirimoya

Esta es Chirimoya, la hija de Gatina. Una joven muy guapa, pero con una triste historia, que no es tan triste, más bien felina, como humanas son las tristes historias de los humanos, pero no necesariamente tristes. (Tres tristes tigres se fueron al trigal.)
Su nombre proviene de la fruta chirimoya del Perú, muy parecida a nuestra fruta guanábana, pero me han contado que su sabor es diferente. De por qué la gata se llama chirimoya y no guanábana, podría explicar, pero en resumen ha de ser por lo mismo que tengo una zampoña colgada en mi tablón de expresión hace casi 18 años, porque mi alma habita el planeta Tierra, no únicamente un país.

La felina historia de Chirimoya, va así:

Nacida el mismo día de mi cumpleaños, de madre amorosa, siempre quedaba rezagada por su hermanos comelones y en cierta ocasión, luchando por tomar leche antes que los demás despertaran, le cayó sobre su cola un objeto misterioso, que no se sabe si vino de Marte, pero de que le parte la cola, pues, casi se la parte.
Ella no sintió dolor, gracias a que era muy chica y las colas de los bebés son colas blandas, por lo que sólo se le deformó adquiriendo forma de 'S'. Pero en su memoria quedó grabado para siempre el gran susto, al estilo trauma post guerra, que le producía temer todo objeto en movimiento, claustrofobia, agorafobia y hasta miedo a comer, por lo que se convirtió en experta cazadora, con tal que nadie le sirviera la comida o tener que esperar su turno.
Como si no bastara, los humanos con los que vivía tenían un plan macabro para ella y su futuro: ¡Regalarla al mejor postor, como si fuese camello en el desierto! ¡Oh ingratitud!

Pasaron los días y Chirimoya, que aun se llamaba 'gata', notó que algunos niños humanos con enormes caras y diciendo "misu, misu", se acercaban a ella para atraparla. Despavorida corría al patio, a la calle, subía por paredes, árboles y techos para no ser atrapada.
Su belleza de ojos azules tan claros que parecían blancos, contrastaba con su temor, pero más con su cola, torcida por el impacto recibido. Entonces niños y jóvenes, le veían temerosa y colitorcida y la rechazaban, luego de sudar en el intento de atraparla.
Y es que por lo general los humanos le temen al temor mismo.

Un día Chirimoya (aun sin nombre), entró a la casa huyendo de alguna persona que pasaba por la calle, y la puerta se cerró. Al verse atrapada, se subió por paredes, muebles y abanicos de techo, causando un caos. Temblaba de miedo, pero no quería moverse, o sea, una mezcla de temblor y negación al movimiento conocido como catatoquake, término difícil de explicar, entre la catatonia y el terremoto.
Por un instante, nos miramos, le vi, me vio, tembló, maullé, y le propuse que si salía por la puerta le pondría nombre y se podría quedar en la casa. Entonces salió. (Jo, se me congeló el cursor)
Ha crecido aquí, con todo mundo rompiéndose el coco tratando de decirle el nombre (¿chiriqué, chirimoña?), y yo teniendo que explicar qué cosa es una chirimoya, pero ha sido buena y valiente como el león del Mago de Oz. Hoy hasta jugamos, y me di cuenta que le gusta la canción Tu Recuerdo de Ricky Martin y la música de Chambao. Así que colorín colorao', ¡Chirimoya se ha quedao'!

Con saludos para Laura de la Ingenua Ingeniosa, que le pareció curioso que tengo una gata llamada Chirimoya. :)

Imágenes: Chirimoya gata y las patas de Plutonia, zampoña, chirimoya (frutas)

lunes, 27 de noviembre de 2006

Freakness






Mojombio, dios de piedra

no quiero despertar


para vivir la falta de fe


de quien te reclama henchido


atracándose tu nombre


salpicado de morbo exterminador.



Por eso también soy cautiva,


por no adorarte.




© ALR, Puerto Rico, 2006



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jueves, 23 de noviembre de 2006

Un juego de preguntas y respuestas

Hace semanas encontré este juego en un blog. Pido disculpas a su escritor porque no recuerdo quién es, pero creo es de México y escribe muy bien.
Puede parecer una trivial pérdida de tiempo, pero entre amigos o como preámbulo a conocernos más, al menos yo lo encontré entretenido, aunque no pasé de 3 preguntas. Mi hija y yo lo jugamos una noche y despertamos a los vecinos chillando con cada respuesta obtenida.

El juego va más o menos así:
*Se eligen varios libros (pueden ser 2 o más) de preferencia literarios, pero si tienes guille de vidente, hasta un libro de mecánica sirve. Prefiero que no sean de tema metafísico, pues es obvio que las respuestas de esos serán místicas o extrañas.
*La respuesta inmediata no puede ser un simple Si o No. O sea, no puedes preguntar por ejemplo, me ganaré la lotería?, porque la respuesta a tal pregunta, es si o no.
En su lugar, puedes preguntar, -¿en qué momento me conviene hacer una fila de 2 horas entre un fracatán de gente que sale del trabajo y que quizás ya no lo tiene porque lo botaron, pero están como yo fastidiados económicamente y tiene la esperanza de ganarse aunque sea 50 frikin dólares, de manera tal, ( bla) que al comprar el boleto me toque el premiado?-
Jiji, ok, ya eso sería demasiado, pero puedes preguntar qué número será premiado esta semana y luego salir como un loco a comprarlo. Y si no hubo premio, no me reclame nadie su falta de fe. :S

*Hecha la pregunta, abres el libro en cualquier página sin mirar y pones el dedo sobre cualquier palabra. Lees la oración que acompaña la palabra y quizás la anterior y posterior, para más pistas , interprétala como creas justo y ¡ahí tienes la respuesta a lo que preguntaste!
Haré una prueba:
Libro:
Leo Pulgamágica o la caza de leones en Oberfimmel, Janosch (Literatura infantil)
Pregunta:
Em....... um......¿Estoy perdiendo mi tiempo en estos momentos?
Respuesta:
"Ladeado, y haciéndose el tranquilo, se fue de su puesto en la fila, sin mirar siquiera a Uberfogel. ¡Que se enterara de quién era él!" - p. 24
Todo está en la interpretación. Ya, entendí perfectamente.
¡Adiós Uberfogel! No me llames que yo te llamo.

Esta Navidad, recuerda que somos un mismo Pueblo y el valor de cada vida es mayor que todo lo material. No dispares al aire. Pasa la llave.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Hoy

Te regalo una flor.

Apetencia

"I plead, I cry. After all, they are my Brothers"

Apetencia

Viva, viva, viva, lejos,
la saciedad que empobrece gargantas que
soportaron
aquél golpe tan rojo,
fortín de piedra y acero, se levanta contra el viento
fortín de carne tragando el verde sagrado.
A todos la mano se nos va, por agujeros de ismos
los ojos se nos van, presos de tanta ilusión
la conciencia se nos va, drogados de lujuria
la raza se nos va, en pos de la quimera
y sólo nos queda el hambre,
en casinos allá, acá en centros comerciales
en cada disputa que nos fragmenta.
La malquerida gime
ataviada de inflamables.
Malquerida, ¡yo te amo!
¡Ten compasión!
Dame un beso de pan que no sea silencio.
¡Bon appétit, élite du merde,
arcadas sobre la segregación!



© ALR, Puerto Rico, 2006
Imagen: Joven Navajo, alrededor de 1900

martes, 21 de noviembre de 2006

Huimos














Huimos

Como algas que se adhieren a
las rocas, la tarde crece en mi piel.

Oscura.
Grieta por donde
el alma cae en precipicio.

Deja que la ilusión nos
secuestre la luz junto a

la mueca que desgasta la esperanza
sin nido de abrazos,
sin aire de besos.

Deja que la pasión sea
tormento, que se despeñe irreparable

ayunándonos de sombras
derrochando soledad,

para intentar comprender
de qué huimos.


© ALR , Puerto Rico 2006
Imagen: Bert Stern

Houdini

Houdini

¡Qué bien me queda
escapar,
buscándote!
¡Qué extraño trance de
muerte,
cuando el amor no
devora las vísceras!


© ALR , Puerto Rico 2006
Imagen:Ilustración del libro Houdini, Eric Velasquez

jueves, 16 de noviembre de 2006

I feel

Me siento niña pródiga estos días, huérfana de brazos que me carguen.
Me compré una marioneta. Aun no tiene nombre, es un sapo, bueno aun no sé si convertirla en sapa. :D
El humor y el juego son sanadores, como la música y el baile.
He jugado con mi nuevo Explorador, enamorá de la música de Chambao y agradeciendo a mis genes por hacerme bailar salsa, flamenco o reaguetton, mientras cocino, posesa, sola y sin saber qué rayos bailo. Ya no bailo con escobas, porque pegan duro en la cara al dar la vuelta. ¡Jaj!

Encontré un link que me hizo volar (¿más?).
Lo describieron en el diario del domingo, es un viaje que declara una de las semejanzas básicas entre los seres humanos: la emoción.

Click aquí

He aquí mi contribución:

I feel like November is a memory of fragility and echoes. If I must buy a present for my soul to fly times and places it has always been, it won’t be taxed.

Bomb@rdeo de besos a quien lo merezca.


Pd.
En el link anterior, Puerto Rico no aparece en el listado de países. Será que no existimos o que we don't feel enough. Bah!

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Ojos de agua

Ella llegó de visita ayer a mi casa y al doblar la esquina del pasillo, aun sin verle, sentí el calor que emanaba de su cuerpo. Le percibí perdida, enajenada, sumida en su interior. Saludé a los presentes y como un ritual que sólo los míos toleran como parte de mis extravagancias, toqué los rostros y frentes de todos, entre bromas, buscando comparar temperaturas. Tras el día bajo el sol tropical subidos en un auto atravesando embotellamientos, ella parecía más caliente que los demás. Dudé y busqué el termómetro digital.
Sí, tenía fiebre, una extraña fiebre lejana.

En la mañana mientras me vestía, la cremallera de mi jean se rompió. ¿Mal augurio? ¡No! Prisa por ir al baño. Me cambié y fui de compras entre el tumulto enloquecido de gente que buscaba evitar el gasto adicional producto del nuevo “hola, ¿cómo estax?” impuesto en mi país. Llovía.
El pueblo lucía tan gris como esa ciudad que llevo en mi alma. No sé por qué recordé el pasaje bíblico de las vacas gordas y las vacas flacas.
Ya en el súper apareció un loquito, que no sé si es loquito o alguien con alguna incapacidad mental perdido entre la gente.
Es un chiquillo de unos 30 años. Su rostro es de niño, con mirada inocente, y una sonrisa enorme que hace brillar sus ojos negros. Una chica se reía de él, porque comenzó a hablarle cosas tan tontas que eran chistosas, mientras los demás le miraban esquivos.
Sabía que cuando pasara por su lado me hablaría. No sentí miedo.
El niño-hombre me sonrió, le miré a los ojos y devolví la sonrisa. Entonces él muy alegre me habló de la Navidad, que había muchos regalos, que me comprara un pavo porque ya habían llegado, y fue corriendo a buscarme uno. Yo moría de risa, porque todo lo hacía con esa chispa energética que tienen los niños, corriendo de un lado a otro alegremente, tocando todo a su alrededor.
Le contesté, “qué bueno, ¿verdad?, ya casi es navidad”, aunque él no sabe que para mí es una época de variados matices. Hasta me creí estar tan feliz como él, de manera que quise ir a comprar un pino o saltar como duende por todo el súper. Claro, no lo hice.
Todos lo evadían y comenzaron a evadirme a mí por hablarle. Nunca abandoné mi niña interna, por eso creo que entramos en comunión. Cuando me retiraba, me ayudó a sacar mi carrito de una encrucijada en la autopista gondolera de carritos atormentados por el peso de sus víveres, entre festejos y risas, tan feliz. Sentí que lo amaba, como se ama el mar. Me dijo adiós meciendo la mano en alto y se quedó en su puesto de recepción. Entendí que ese era su “juego”.
De repente se fue la energía eléctrica, justo cuando estaba lejos de mi carrito donde había dejado mi bolso. Fue paranoica la manera en que me disparé de regreso a rescatar mi bolso al quedar todo en blackout. La desconfianza adulta había regresado.
Al salir llovía a cántaros. Me fui huyendo bajo el aguacero y la espesura blanca, con sensación de ansiedad, entre risas y chillidos, empapándome. Un hombre me miró con incredulidad. Al rato le vi correr bajo la lluvia hacia su auto. No puedo entender que la gente se paralice de temor ante la lluvia, cuando se derrama regalándonos palabras de agua que nadie parece escuchar.
Empapada y sin aire en mi auto, comía pan integral aun caliente y mojado mientras manejaba. Creo que escuchaba a Jaguares. Podría haber llorado entonces y nadie lo notaba. Pero no habría sabido por qué razón eran mis lágrimas.

Me ha sucedido desde niña, percibo cosas que no comprendo y que hasta hace poco menospreciaba; del pasado, de la gente, de lo que sucede o sucederá.
Por no saberlo manejar y por preferir la comodidad de no creerlo a causa de los sustos que me ha provocado -como percibir muertes de conocidos o sucesos que van de lo trivial a eventos que han cambiado la historia de la humanidad-, tal don, si es que el nombre no le queda grande, es un problema, porque por más que quieras llenar esos canales de ruidos o toxinas para no percibir las cosas, de pronto te descuidas y reaparece, dejándote con sensación de impotencia y ese “percibo algo, pero no sé qué exactamente”.
Mi abuela paterna era así, pero ella lo tomaba tan natural. De pronto miraba muy tranquila el reloj y decía: “ah, ¿son las 3 de la tarde?, creo que fulana murió”, luego continuaba sus tareas como si tal, sin más alarma, ni ansiedad, como quien sabe qué sucede, pero nada puede hacer o no debe. Siempre pasaban las cosas según ella las presentía, y nadie opinaba al respecto, ni ella misma. Su calma y tranquilidad aferrada a una fe callada y su alegría, les hacía tomar sus palabras como parte de su personalidad. ¡Cuánto habría querido que ella me explicara de qué va el viaje!
Pero ni así quise prestarle mucha atención al tema.
Menos ayer.
A la fiebre de ayer en mi tía, sí le presté atención, porque he aprendido de nefasta manera, que el mayor problema consiste en No Creer en el primer mensaje o videncia que la energía te brinda, que por lo general contrasta con el mensaje que envía la gente en sus actos, apariencia y palabras.
Hoy supe de mi tía. Le encontraron en su casa sobre el suelo sin capacidad de hacer nada, ni controlar su cuerpo en sus necesidades básicas.
Le han llevado al hospital en ambulancia. Una recaída producto de un tumor canceroso extirpado de su cerebro que parece reincidir, le ha enviado a otra dimensión de percepciones y palabras. De repente ella no es la persona que conocí. No sé si habita el presente o sus recuerdos, o la misma dimensión del niño-hombre del Súper, pero hoy mis ojos son de agua.



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domingo, 12 de noviembre de 2006

Diesel



Llega el vecino del trabajo
con su chirrido de gas en bocanadas de besos
de regreso a su familia que come y compra más, por él trabajar con diésel.


Besa al bebé que se babea sobre su camisa de "súper papá diésel".
Hace el amor o el sexo o nada con su mujer de pelo amarillo Tonka
que se duerme pensando en cómo lavar su olor a diésel
y le recuerda no aplastar al perro que cruza la calle corriendo cuando él regresa
porque detectó de lejos su olor y chirridos, 
junto a una tuerca en su burbuja de comic strip.
Piensa:
“ ¡Por fin! 
Llegó el más deseado, el diéselosaurio con un hombre adentro, 
bajo el cual duermo feliz.”

© A L R , Puerto Rico 2006


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sábado, 11 de noviembre de 2006

Rosas



¿Te gusta así, amor?
¿Deseas acelere el ritmo
para dejar de ser fantasma?


Rosas*

A veces siento que existo
cuando en mi sexo soy
lo que callas:
beso de fuego que eterno te nombra,
palabras en mil lenguas que esbocé
para encontrarte
extasiada de insomne placer,
odiando a Bukowsky con su
atinado desvarío,
con tal de no caer así.
Apasionada de improbables
como Julia.
Presa del sino más violento
como Sexton.

Pero soy él,
soy ellos en cuánto carezco,
la salamandra sin voz
con el patético destino de
reclamo y huída,
de agonizar auricular en mano
aliada de tu ángel y tu animal,
agitando el huracán
de mis caderas
en nuestra estancia de rosas.
¿La recuerdas?

Quisiera mandarla a la mierda.


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© ALR, Puerto Rico, 2006
*(Versión no definitiva)

jueves, 9 de noviembre de 2006

Luna lunita


Imagen: Naelle Devannah

Insomnio de turrón

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!


-Ciudad sin sueño, Federico García Lorca

Hoy alguien me dijo: “tú pareces fantasma, ni te sentí que estabas ahí”.
La invisibilidad es un secreto de iniciados que toma tiempo aprender.
Yo apenas hago mis pininos.
Entonces, reaparecí y cociné para 3 personas y 3 gatos, mientras comía medio turrón de almendras que me regalaron y que me impidió cenar.
Por cierto, ¿alguien sabe qué ha pasado con el papelito de dulce que cubre los pedazos de turrón? Ahora parece ser más delgado que antes.
De niña con un primo, cierta navidad, nos metimos en la cocina y nos comimos todos los “papelitos” de los pedazos de turrón servidos en una bandeja, dejando los pedazos allí, muy limpios y relucientes, mientras otro primo se emocionó demasiado y dejó que el loco furioso interno lo dominara, robándose una botella de vino con la que se agarró su primera borrachera. Luego lo descubrieron y llorando la juma nos señaló como compinches por comernos el papel dulce, para no sentirse solo en su delito.
Es que el ladrón siempre intenta hundir con él a los demás, golosos incluidos.
Bueno, en la tarde lavé mi ropa negra.
Es cierto que absorbes más energía de cuánto te rodea vestido de negro, pero el remedio es fácil:
Al llegar a casa te desnudas, metes la ropa al incinerador y ¡fuera malas vibras!
Qué comprensivos los objetos, casi nunca protestan.
Luego vine para “acá” y descubrí que no soy tan fantasmal, sino que soy multiplicidad.
Por eso tengo una brújula sobre mi escritorio, para desdoblarme y viajar a dónde sale la luna.
Lo ha hecho por el noroeste estos días, cerca de una casa cuyas luces titilan sobre el cerro semejando luces navideñas.
Si sus habitantes se mudaran, la noche parecería predecible, y a mí me subiría un fuego por todo el cuerpo como ensayo premenopáusico, pensando que nada lo es, ni el tiempo, ni el espacio, ni dimensión alguna. Aunque a veces creo que de todo lo existente, los humanos, somos el mapa elemental por excelencia.
Esta generación de hikikomoris, supuestos despiertos e insomnes, nos une a todos en una antenita, ay qué pena, penita.
Al final todo es un sueño hecho de muchos sueñitos y algunas locas pesadillas.
Uf, creo que el turrón hizo su efecto...

"No se pueden descubrir nuevas tierras si uno no acepta perder de vista la costa durante un tiempo muy largo"André Gide

domingo, 5 de noviembre de 2006

No es que muera de amor, muero de tí...


"...Que soy yo quien te espera, que soy yo quien te llora, que soy yo quien te anhela, los minutos y horas... Me muero por besarte... dormirme en tu boca... por decirte, que el mundo se equivoca..."
-Me muero, La quinta estación

Y...

¿ Y si una se cansa de ser gata, dónde reclama?

sábado, 4 de noviembre de 2006

Ladrones y Mentirosos

Ladrones y Mentirosos, es una producción de cine puertorriqueño alusiva al matrimonio letal entre corrupción y tráfico de drogas en nuestra isla.
Quería ver cómo la película presenta nuestra isla y gente al mundo que nos desconoce, nuestra problemática socio-política y realidades, no como el paraíso de juerga eterna, hoteles y campos de golf, invitando a gastar miles en estadías y lugares que gran parte de la población no puede costear, excepto con préstamos bancarios o ahorros de un año de trabajo, (mismos hoteles que para su construcción privatizan terrenos antes habitados por familias de escasos recursos, dejándolos sin acceso a lo que antes fue su hogar, en un país súper poblado), sino como el país en su conjunto de elementos y contrastes.

Importante destacar, que el talento artístico boricua en todas sus vertientes, a pesar de ser indiscutible y trabajador, enfrenta muros que le impiden crear, y ni hablar vivir, de lo que les apasiona.

Mi primera impresión: 8 personas en la sala. Quiero pensar fue porque asistimos a horas tempranas y no por falta de apoyo a lo nuestro, y menos aun porque lo bueno o destacado, tanto como lo verdadero, negativo o no, de los nuestros, lo intentamos opacar, callar o destruir, como madre que se traga a sus hijos o como metáforico suicidio colectivo, en un afán por el falso ego y conveniencia, y el no enfrentamiento ñangotista de nuestras realidades, algo similar a gente que enloquece en el encierro. ¿Será por eso que son más los boricuas en el extranjero conscientes de nuestra historia y defendiendo lo nuestro? ¿Será que para apreciarnos más hay que vernos desde afuera? ¡Bendito complejo insular!

La película tuvo en su inicio unas líneas verticales, creando un efecto de película vieja. Si fue un problema de sala de proyección, qué falta de respeto, pero si fue un efecto intencional, ¡les quedó brutal!
Te hace sentir que hay algo molesto a lo que te llegas a acostumbrar y pasas por alto, aunque sigue ahí; misma situación que vivimos y que forma parte de la historia expuesta. El audio no muy... pero soy algo sorda, o la sala de proyección no tiene el mejor sistema.
Luego el colorido que se repite a través de la obra con tonos azul turquesa y azul cielo, como el verdadero azul de nuestra bandera, te crea una sensación de calma, seguridad falsa o ensueño y sensación paradójica de unidad e isla atrapada en sí misma.
Las actuaciones, ¡fenomenales! La representación de nuestra realidad, dónde la mujer es la que lleva el peso de muchas familias y aun con poder, es relegada a un segundo plano por la maquinaria del poder corrupto, junto a la realidad del puertorriqueño que lucha por superarse y se enfrenta a diversas problemáticas en las que sólo la unidad familiar, la reorganización de prioridades no centradas en el ego y la toma de conciencia pueden hacer un cambio, sumado a varios símbolos a través del film, que me dejaron con ganas de verla otra vez, hacen de esta película un documento útil para las ciencias sociales, la educación de valores y el análisis que lleve a soluciones.
En fin, ¡excelente trabajo!


Link: Ladrones y Mentirosos

jueves, 2 de noviembre de 2006

Mi casa en el aire


"Anda, ve y dile a la luna que se vista de colores, está invitada a la fiesta, la juerga será de noche...” Dos que se quieren, Niña Pastorí

Siento patadas aéreas en la pasión (gracias Kung Fu, gracias Kill Bill).
Mis hormonas se elevan compitiendo poder con mi déficit atencional , mi dedo del corazón (de los pies) dice que tengo más creatividad, agresividad y decisión que amor recibido. Finjo no saberlo. Aumento la dosis de cafeína para concentrarme en lo que debo hacer hoy. Termino escuchando vejestorios como Dream On de Scorpions para calmar los estragos, ya no sé de qué, del vacío, pero no sirve.

Sería bueno ir a ver a Rosario, seguro le veo las notas salir de su piel, con to' su maravillosa herencia. Llevo una vida enamora' del cante y el flamenco desde que no sabía ni cómo se llamaba, y me ha matao' tan rico. Miro los zapatos de baile, negros con lunares rojos... está bien, bailo descalza y sin saber, sólo sintiendo.
Será que entre la herencia del taíno y el dolor de Gorée, tengo sembrá' una mata de espinos en el corazón, junto a sembrados de café y rosas.

Por eso me hechiza la luna.

Imagen: GrupoHechizo

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Dulce

Dulce 1

Me tomó de la mano,
con su inmutable mirada.
-Sé que te tengo-, dijo,
-en mi diario esta tu nombre,
cinco estrellas lo apuñalan.-
Yo quise ir lejos, riendo,
izando placer al viento
presa de libertad,
pero ella astuta y terrible,
dormía en mi pecho tatuada.

Dulce 2

Barro esencial sin fronteras,
corran tus ríos de agave y pan
engalanando matices en
tu hado luminoso.




© ALR, Puerto Rico, 2006
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