martes, 28 de abril de 2009

Botellita


Todo esto de la crisis económica mundial, el calentamiento global, el aumento en guerras y violencia, sensacionalismo y shock, la amenaza a nuestra estabilidad y tragedias naturales o creadas, me recuerda una cosa:

Un dibujo animado de cuando era niña.
No recuerdo su nombre o fecha.
Sólo lo vi una vez, porque la segunda vez que lo pasaron me dio "cosa" y apagué la tele.

Eran dos personajes que andaban en disputa por tener más poder o ser mejor que el otro.
Simplemente se odiaban, no sé por qué rayos.
Uno de ellos encuentra una botellita con un líquido en su interior que, al consumirlo, le hace aumentar de tamaño.
El otro descubre el poder secreto del brebaje y se lo roba, bebiendo del mismo hasta superarle en magnitud.
Y así pasan toda la película, corriendo de un lado a otro como dos locos histéricos, bebiendo del líquido, robándoselo uno al otro con ataque físico y destrucción a su paso, y aumentando en tamaño hasta mutar a seres enormes, grotescos, deformes, que superan en tamaño al Planeta.

Entonces la bebida se les termina.

Finalizan de pie sobre el Globo Terráqueo, pequeño en comparación con sus cuerpos, y aun con sed de continuar su "guerra".
O eso fue lo que yo entendí.
Conste que entonces leía paquines de Superman, veía al demente conejo Bugs y pelis de terror viejas, pero ése dibujo animado en particular causó un impacto en mi psiquis de trauma chiquito con extraño asco, porque exponía una verdad entonces desconocida para mí:

Nuestros instintos primitivos de dominio y poder superan el uso de razón, sin importar qué se pierda o quién se afecte, mientras unos pocos juegan a la botellita.

:

No hay comentarios.:

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.