^ ^ ^
Dices que fue una pesadilla.
Que despertaste a esas horas y no escuchaste nada.
Solo a changos-cuervos madrugadores.
Dudas.
Siempre dudaste.
Pero esos pájaros nocturnos guardianes de vida y madrugadas no podían ser los que hiciesen tales ruidos, lamentos, jadeos, quejidos, cuchicheos erótico-sexuales.
Que despertaste a esas horas y no escuchaste nada.
Solo a changos-cuervos madrugadores.
Dudas.
Siempre dudaste.
Pero esos pájaros nocturnos guardianes de vida y madrugadas no podían ser los que hiciesen tales ruidos, lamentos, jadeos, quejidos, cuchicheos erótico-sexuales.
Pensé
en serpientes, en palomas sabaneras, en iguanas mordiendo ramitas, en gallos que en patios vecinos comenzaban a cantar, roncos por la polvorienta y dieselosa contaminación.
Pensé en perros abandonados (por estos mundos se multiplican), en gatas pariendo.
Nada conforma una respuesta.
El insomnio muestra sus dientes, escarpias de la muerte que viene a por su presa: hipocresía, doble discurso, sumiso envalentonamiento de débiles en alucinógeno, cómplices de mentiras.
No tengas miedo.
Pensé en perros abandonados (por estos mundos se multiplican), en gatas pariendo.
Nada conforma una respuesta.
El insomnio muestra sus dientes, escarpias de la muerte que viene a por su presa: hipocresía, doble discurso, sumiso envalentonamiento de débiles en alucinógeno, cómplices de mentiras.
No tengas miedo.
©ALR, Puerto Rico, 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario