domingo, 2 de julio de 2006

La Zona del Silencio

La Zona del Silencio
"Las brújulas giran enloquecidas, los relojes se detienen, la radio no recibe señales y no faltan los avistamientos de naves extraterrestres. Se trata de una zona dimensional en México. Es letal, ya que no te transporta a otros mundos, sino que te chupa como si fuera un agujero negro y ya no vuelves de ahí, o desencarnas inmediatamente al ser chupado por este pozo gravitatorio."

Acabo de encontrar un dato alucinante, propio de quien se está “desayunando un cable” y no quiere comenzar tareas un domingo:
Existe una profunda y oscura similitud entre un lugar en México conocido como La Zona del Silencio y el área en que vivo en Puerto Rico.


(Música de película de Hitchcock de fondo, o alguna de Disney, da igual)

¿Desencarnas? ¿Que caraj es desencarnas? Bueno, sigo…
¡Qué similitud tan… símil! ¡Todo lo antes descrito, es exactamente igual en mi casa!
La brújula del menú infantil Mcdonalds de hace 13 años (cuando por razones maternales, llevaba a mi hija a ese antro de perdición - no quiero mi niña crezca con traumas sociales por no haberse tragado un jamberger y luego le piensen “extraterrestre”-), da vueltas y vueltas cuando la acerco a mi cabeza.

¿Será el microchip a manera de relleno que tengo implantado en una muela?
Obvio que los relojes se detienen misteriosamente, hasta el de la bicicleta estática, justo cuando escucho sonidos agudos y chillones (el médico dice que es tinitus, pero miente, seguro es también aliado interplanetario con plan de apoderarse de nuestros recur$os).
Lo de la radio, ¡igual! Todo mundo sabe que aquí nunca pude sintonizar Alfa Rock y comencé a escuchar la emisora de la Universidad Católica de Ponce. ¿Manipulación a través de los medios?
¿Avistamientos? Pues... hace un tiempo vi luces y una cosa que describo como enorme y de fuego bordeando la montaña, días antes de aparecer en las noticias gente en el municipio de Adjuntas diciendo que algo les quemó el pasto, je, que vieron no sé qué suerte de luces... Caray, no saben guardar secretos, y eso que están en la zona del "silencio".
Para finalizar cito las sabias palabras, “te chupa como si fuera un agujero negro y ya no vuelves de ahí”.
¡Lo dicho! Lo de chupar como tal, no coincide del todo, pero lo de nunca volver, volver, lo que se dice volver, sí, pues yo no he “vuelto”, y la verdad, la paso genial o casi.
¡Malditos mosquitos que entraron por la malla de ventanas que rompió el gato Pancracio, argh! Ha de ser un enviado de algún planeta para vigilarme.
Así que tome nota y ¡olvídese de Lajas!
Este verano vaya de paseo por la zona del silencio boricua, comprendida entre Lares, Adjuntas y Jayuya.

De cualquier malla sale un gato y con suerte, la zona te chupa per secula seculorum.
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4 comentarios:

Naelle Devannah dijo...

tremendo articulo!!!!!!!!!!

Ana dijo...

Del limón , limonada! (Rolling eyes) :D

Laura Martillo dijo...

jaja...Me encanta tu humor...y yo que vivo en la Tierra del Olvido y aun no tengo ningun avistamiento brillante...será que se me normalizó el colesterol?

Ana dijo...

Jajaj, Laura! Linda y mágica tu tierra que he visitado en viaje astral :D

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