jueves, 13 de abril de 2006

Ciudad, infierno y palabra

«El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.»

«A veces me basta una vista en escorzo que se abre justo en medio de un paisaje incongruente, unas luces que afloran en la niebla, el diálogo de dos transeúntes que se encuentran en pleno trajín, para pensar que a partir de ahí juntaré pedazo por pedazo la ciudad perfecta, hecha de fragmentos mezclados con el resto, de instantes separados por intervalos, de señales que uno envía y no sabe quién las recibe.»


Italo Calvino, Las ciudades invisibles

1 comentario:

Ana dijo...

Es maravilloso! Su autor estaba adelantado a su época. No se si conoces el cuento "Ratón de campo, ratón de ciudad"; bueno, no es que sea una ratoncita, pero a veces siento ser a la inversa, entonces recuerdo que en la ciudad se está mejor pero todo tiene su precio. No soy de tanto leer como debiera, pero textos como los de Italo Calvino tocan por dentro. Me alegra que al postearlo su significado trascienda :D
Saludines!

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