miércoles, 26 de abril de 2006

Frontera


El bus se detuvo tras 5 horas a sobresalto entre desérticas rocas.
¿Por qué nos detenemos?, pregunté.
Hubo silencio.
A mi derecha vi dos camionetas. De una saltaban seres demacrados, mal vestidos, quemados por el sol, encaminados a punta de metralla por uniformados hacia la segunda.

Les están salvando la vida, pero mañana vuelven aunque les cueste morir, dijo el conductor retomando su ruta.

¡Qué ironía! Esas tierras pertenecían a antepasados de muchos que hoy arriesgan su vida para ser explotados o deportados, discriminados por una sociedad compuesta a su vez por pasados inmigrantes.

En mi país existe también una frontera impenetrable hacia nosotros mismos.
Queremos cruzar el río y encontrarnos, pero parece estar plagado de almas sin memoria.
El espacio que resguarda diferencias o libertad es siempre agua, con todas sus atribuciones.



.

1 comentario:

Ana dijo...

Entiendo que fue lo primitivo del ser humano, (ambición, deseo de poder), pero de algo estoy segura kaipo, no fuimos nosotros!
TVB

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.