Sacred Isolation III
¡Mira pa'llá!
¡De cuántas cosas vivas buenas
me he perdido no estando aquí
n estando allá.
Han sido pocas, como pocas son las cosas buenas entre tanto mal nauseabundo.
Pero han sido.
Siguen siendo.
Y sé, con la razón aun
cuerda bajo mi pelo,
que estando allá o aquí, igual
me habría perdido de esas cosas en su momento transgresor y tiempo exacto.
Que siendo hombre o mujer, niña o elefante, me las habría perdido.
Que siendo preso o exiliado, insecto, cotorra o perro, me las habría perdido.
Porque en este tiempo solo importa, con o sin dolor, que llegue el sueño, y caer donde me acomode
y que lleguen voces ruidosas con elementos supremacistas a coro, con ruidos maquinales, zombilizados, zombilizadores, a despertarme.
Es por eso que ya no recuerdo mis sueños completos.
Sólo, a veces, su final.
En el de anoche desperté a las seis
entre actores difusos (solo uno me fue malconocido), apeándome de una camioneta que iba yo manejando, justo cuando el único camino "meta" ajena que carecía de sentido e importancia para mí, se hizo estrecho como pasillo de barrio entre construcciones viciosas y profundas escaleras.
Fue un acto de inserción superviviente mutante en sociedad anacrónica creída en control absoluto.
De desobediencia civil como salvación.
© ALR, 2014, Puerto Rico
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2 comentarios:
Ana: Estás en una etapa de creatividad maravillosa pues los poemas son cada vez mejores. Espero que tengas en planes publicar un libro de tus poemas. Me avisas..
Saludos, Ivonne!
Muchísimas gracias!
Abrazo!
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