Llevo días sin servicio de agua potable, mi reserva de agua se acabó.
Realizo la danza de la lluvia:
Aaaaaaaaaaa, ooooooooooooooooo, aaaaaaaaaaaaaa, trucutaaaa.
Tambores suenan:
Tum tum tum tum tum tum!
No cae una gota, pero los dioses me escucharon.
Aparece el camión de cisterna. Acarreo envases con agua para gestiones propias de aseo y cocinar, enciendo un nag champa, me baño como Gatina, pero con Olay, miro por la ventana los restos del árbol destrozado por efectos del odio a sus hojas y percibo que donde no sea bienvenido un árbol o me cobren por servicios que no recibo, no es donde quiero estar.
2 comentarios:
Gracias madam! Como van las cosas, tendremos que hacer una asociación de danzantes pro lluvia (DPLL)y a recoger con cacharros :D
Por cierto, ya tengo aguita, aunque no potable pues mi estómago me lo dijo.
Kaipo, hola!
Como sabes, cada país enfrenta diversas problemáticas basadas en su propia historia, relación con el mundo y realidad geográfica. Creo aquí estamos dormidos ante las nuestras, colectivamente hablando, y aunque hay mucho dentro de las posibilidades de realización y cambios, mientras el despertar no sea colectivo y a nivel de nuestra participación en el planeta como país con su propia historia y aportaciones, seguiremos dando golpes a ciegas ante los problemas que nos aquejan.
TVB!
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