domingo, 17 de diciembre de 2006

Otra vez Navidad

¡Ay la Navidad!
La chifladura del consumismo desmedido se enfrenta a la alegría de un niño que con sus ojos chispeantes de ilusión derrota cualquier tristeza.
El Santa Cló desparramado en el techo vecino continúa allí.
Sospecho que no está desmayado, sino que ha muerto.
Lo extraño de todo es que lo siguen encendiendo cada noche.
Muerto, pero encendido. Ha de ser algo simbólico.
Tal vez efectos de encendido automático.
Quizás de adolescente habría tocado a su puerta para decirle, -hola, soy su vecina de subiendo la colina, y su Santa lleva varios días yaciendo sobre su techo. Mis niños (no tengo niños) lloran al verlo, ¿podrían reanimarlo?
Pero esto de ser o creernos adultos nos limita bastante.
A veces lo olvido, como cuando hace unos días haciendo fila en Plaza las Américas para almorzar me volteé y tras observar brevemente al chico de rasta look elegantoso tras de mí y reconocerlo como lector, le puse en su mano una tarjeta con la dirección de este blog.
-Este es mi blog, le dije, y él se quedó como quien ve un fantasma, de hecho no lo culpo.

No es usual que mi fantasma se aparezca por esos lares metropolitanos en una fila quilométrica pidiendo papas salteadas con verduras.
-¿Y para qué es?, me preguntó desconfiado luego del susto.
Me extrañó un poco que no supiera qué es un blog, así que le expliqué lo mejor que pude qué cosa es y para qué sirve, aclarando que en el mío sólo escribía poemas y algunos relatos y que no le vendía nada.
-Ah, qué chévere, me contestó y desde entonces no paró de sonreírme.

Sé que no me tomó por loca, aunque admito tengo mis dudas.

Más tarde vi varias personas que podrían haber recibido mi tarjeta:
Una pareja amorosa vertida en alimentar y cuidar de su nenita de unos 3 años y demostrarse afecto y cuidados entre sí.

Estos sí saben qué es la Navidad, pensé.
Unos hombres vestidos a lo pimp millonario, con trajes europeos, todos los gadgets tecnológicos y un maletín plateado. Parecían sacados de una novela de espionaje o carteles del narcotráfico, productores o representantes de algo ¿videos de reaguetón, pornografía, deporte?
Quizás sólo se levantaron ese día con ganas de vestir así, pero mi mente traicionera fue creando historias mientras comía.
Ya iba por la parte en que uno sacaba una metralleta del maletín y disparaba contra todos, y unos guardias allí con chalecos antibalas contraatacaban, aun sándwich en mano, y yo en el suelo aterrada, con papas en el pelo, trataba de huir a rastras mientras pensaba qué bueno que me había cambiado los tacones rosa fushia por los Converse negros.

¡Plop!
Desperté y vi que frente a mí estaba un escritor o artista, hacía exactamente lo mismo que yo, mirar a las personas y sonreír mientras comía.

Creo nos hicimos amigos o cómplices, hasta que apareció el señor que toca el acordeón mesa por mesa y nos volvió a distraer.
Fui a comprar un café, negro muy negro, por el amor de Dios, a ver si dejo de alucinar, y tras la fila de 20 minutos con otras historias que contar, de mujeres que peleaban con amantes o maridos, chicos ligones, y un novio pasado de peso, pretendiendo que la novia le pagara un jamberguer entre amenazas, regresé a mi mesa y ya mis nuevos desconocidos se habían marchado.
A veces no entiendo a este país, pensé, pero a la vez no me sorprende.
Entonces me di cuenta que todo el tiempo había estado pensando en ti y que pensarte me sucede hace años, desde la tarde en que me dijiste que tu Navidad es en verano.

:

6 comentarios:

Estela dijo...

Jajajajja Adoro este popurrí navideño. Siempre me han parecido sospechoso los maletines plateados. ¿Qué guardan? A lo mejor eran unos con el "guille" de mafioso, que deprimente.

Desconoczo también qué tiene la Navidad, siempre me pone hormonal. Fluctúo entre la alegría parrandera y la tristeza. Creo que el fin de un año nos obliga a hacer inventario de lo ocurrido. Hum... :)
Ya me salí del tema, esa fue mi descarguita.

Feliz Navidad amiguita. :)

Estela dijo...

Jajajajja Adoro este popurrí navideño. Siempre me han parecido sospechoso los maletines plateados. ¿Qué guardan? A lo mejor eran unos con el "guille" de mafioso, que deprimente.

Desconoczo también qué tiene la Navidad, siempre me pone hormonal. Fluctúo entre la alegría parrandera y la tristeza. Creo que el fin de un año nos obliga a hacer inventario de lo ocurrido. Hum... :)
Ya me salí del tema, esa fue mi descarguita.

Feliz Navidad amiguita. :)

Estela dijo...

Jajajajja Adoro este popurrí navideño. Siempre me han parecido sospechoso los maletines plateados. ¿Qué guardan? A lo mejor eran unos con el "guille" de mafioso, que deprimente.

Desconoczo también qué tiene la Navidad, siempre me pone hormonal. Fluctúo entre la alegría parrandera y la tristeza. Creo que el fin de un año nos obliga a hacer inventario de lo ocurrido. Hum... :)
Ya me salí del tema, esa fue mi descarguita.

Feliz Navidad amiguita. :)

Ana dijo...

Anda Estela, tu mensaje apareció con premio. :D
Huy, los inventarios del pasado, hay que hacer un aquelarre! Todo lo inútil o indeseable afuera y reinicio. Quedarnos sólo con lo valioso y genuino, lo positivo, lo eterno. Un tanto complicado.
Me urge tal complicación.
Eres la primera felicitación que recibo esta Navidad. Bueno, segunda, porque mi tía me envió su acostumbrada tarjeta.

Feliz Navidad para ti y los tuyos!

Indianguman dijo...

Vertiginoso paseo por tu mente, por tu vida y tu corazoncito en vísperas de la navidad.

Un abrazo graaande

Felicidades!

Ana dijo...

Gracias, genuina Indianguman.
Mil felicitaciones, salud y alegrías nuevas por estas fechas para ti y tu maravilla de retoño desde esta isla!

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