Me declaro no afiliada en apoyo a Obama.
Y es que apoyar a alguien puede ser muchas cosas.
Algunas invisibles, silentes. Otras blogueás.
En estos mogotes aislados se dan tales mogollas con naturalidad.
Así que el domingo tenemos mucho para escoger. Si quiere votar o botar, hacer un hoyo en el patio o no salir de su cama, es su problema.
En lo que a mí respecta, votaré contra la cara de burla complaciente, del arrastrao' en trance de obediencia sectaria al imperio, que ese día llevaba a Blanca del brazo por soñar con saborear lo que todo país venera.
Por suerte estos son otros tiempos.
Tiempos de demos gracias.
Sí. Este domingo votaré por nuestra historia.
Conócela.
Sólo así evitaremos su repetición, lo cual sería de un pateticismo anacrónico imperdonable.
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