Teme
Teme a-pareces
cruzando la calle de mis venas
en una esquina del otoño por-venir.
Pareces el duende que todo lo escribe,
que todo lo borra
y apareces
in-posible
gritando: ¡nunca dejes de escribir!
Tescribí antes de morir-me dirección
que te espera-bah
(entonces no éramos personajes de cómic,
dejando de creer en el karma, en la reencarnación),
palabras redondas sin reacción.
Perder me ha hecho ganar todo esto:
un mundo con vista satelital que evade tu silencio.
Perderme al lecho fue ganar el resto:
un cuaderno infantil para trazar
el mapa que nadie conoce,
de ti sin ti
sin falsos te-a-mores.
© ALR, 2008, Puerto Rico
Teme a-pareces
cruzando la calle de mis venas
en una esquina del otoño por-venir.
Pareces el duende que todo lo escribe,
que todo lo borra
y apareces
in-posible
gritando: ¡nunca dejes de escribir!
Tescribí antes de morir-me dirección
que te espera-bah
(entonces no éramos personajes de cómic,
dejando de creer en el karma, en la reencarnación),
palabras redondas sin reacción.
Perder me ha hecho ganar todo esto:
un mundo con vista satelital que evade tu silencio.
Perderme al lecho fue ganar el resto:
un cuaderno infantil para trazar
el mapa que nadie conoce,
de ti sin ti
sin falsos te-a-mores.
© ALR, 2008, Puerto Rico
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