Antes hablaba de más.
Elegía receptores insensibles,
farsantes.
Elegía receptores insensibles,
farsantes.
Ahora hablo hasta por los codos
en monólogo inaudible.
en monólogo inaudible.
Fermento silencios
con lo que realmente quiero decir:
He olvidado cómo
hablarle al sol.
Una sola vez lo hice.
Le dije, sol,
¿duermes conmigo esta noche?
con lo que realmente quiero decir:
He olvidado cómo
hablarle al sol.
Una sola vez lo hice.
Le dije, sol,
¿duermes conmigo esta noche?
Y él silbó:
No trabajo de noche,
dile a la luna.
No trabajo de noche,
dile a la luna.
Con ella llevo años de inútiles conversaciones,
refuté.
Desde entonces tengo
palabras en la boca
y mutismo
saliendo por mis ojos
en llamarada.
refuté.
Desde entonces tengo
palabras en la boca
y mutismo
saliendo por mis ojos
en llamarada.
El sol se quemó de risa y voló a otro país.
© ALR, 2008, Puerto Rico
7 comentarios:
¡Este es uno de sus mejores poemas, Ana! Ha mejorado mi día...
Ana: Me siento tan prosaica, literalmente, luego de leer un poema como éste tan hermoso. Pero...la poesía es un don y son pocos los que lo reciben. Entre ellos, obviamente estás tú. Espero que muchos que se dicen poetas te lean y lo piensen mucho antes de escribir otro.
Joseph e Ivonne:
Dos energías ominosas en distintas rutas, ante las que me quito el pelo, porque sombrero no llevo, me han lanzado de su luz; y la poeta virtual gozó!
Se me hizo casi día de fiesta!
:)
Ivonne, algunos de esos poetas los leo con admiración y digo, ea rayos, no escribo más!
:D
Luego algo pasa o algo vivo o no vivo, que olvido la promesa.
hermoso! Ese último verso...candela! cometa! inmolación...
Asiray, lo que mencionas tiene algo de psicodelia.
Candela, cometa, inmolación, jiji, qué rico!
*(poéticamente hablando)
Ana, es un poema fantástico. El final del poema me encanta.
Besos
Sàlvia, tu comentario, como los anteriores, me transforma en sonrisa de emoción!
De paso, invito a quien lea esto, a visitar tus maravillosos blogs, así como los de anteriores comentaristas.
Un abrazo!
Publicar un comentario