Demasiado ruido
Demasiados perros ladrando
Demasiadas máquinas destructoras de caminos
Demasiado tinitus
Y diésel
Y diésel
Y orgía consumista
Demasiados frenazos y cláxones sonando
Demasiados teléfonos y gente sola
Demasiada belleza junto al horror, intencionalmente
Demasiadas canciones incitando a matar
Demasiadas maripilis, padrotes matamujeres
chuchines y jesucristohombres
y políticos
Demasiado vómito
y anestesia
y droga sexual
Y ningún Ernesto Guevara
éso, porque es imposible
Demasiados insectos, pintura vieja
y cosas rotas en la casa
Demasiada desconexión
Demasiados riesgos por un gasoducto
Y niños gritando
Y maestros nerviosos
Y aves reinitas cantando sin parar
Vuelan
con una sola cosa en su
cerebro de pájaro:
construir nidos fuertes
para sus hijos
antes que llegue la tormenta.
¿Las escuchas?
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4 comentarios:
Una joya de poema y por ello: un abrazo...
Rompamos el ruido y el silencio que no nos permite escuchar ni construir. ¡Por nuestros hijos! Muy bueno, Ana, ¡muy bueno!
Yo he discutido esto
como es debido, no poeticamente, en cuatro de mis cinco e intercontinentales blogs.
Elco Lao, A ti, gracias!
Siluz, y sin silencio no hay poesía, dicen algunos.
A veces en el terruño el ruido parecería ser arma de contra paz y conciencia.
Pero ahí seguimos.
Antigonum, chistoso lo de "intercontinental".
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