martes, 16 de enero de 2007

El Templo del Sol

Después de estar despierta durante media hora, saltó de la cama, sin importarle poner sus pies sobre mi cara y patearme al suelo, para salir disparada por el pasillo y entrar al Templo del Sol.
Luego, el sonido de café saliendo como lava de su antigua cafetera, mientras el cambia cambia de canales de música me volvía loco como a victima de campo nazi.
Al fin algo le gustó. ¡Qué alivio! Parece música disco.
El dulce amargo elixir seguía viajando hasta mis fosas y comenzaba a embriagarme, pero al no poder levantarme del suelo, fui a rastras hasta la cocina.
Fue entonces cuando la vi.
Tenía el cabello suelto que metía miedo y, sentada en el suelo en postura de yoga con ojos cerrados, hacía sonidos extraños con su garganta.
“Umumumumum…mimimimimimi”, parecía perro aullando de dolor.
Luego vino lo peor:
“Shakshuka… falafel, ¿cuándo conviviremos en paz?...42 muertes baleadas en lo que va del año… agua, tierra, fuego, viento... soy su hija más amada pidiendo energía, transformación, inteligencia.”
De repente se escuchó su grito de guerra:
“¡te amo hijo del sol!”, y saltó del suelo bailando como Madonna minutos después de caer del caballo.
En una de sus vueltas nuestras miradas se cruzaron cual atisbo de luz, me recogió del suelo indiferente, me puso sobre la mesa y comenzó a picar tomates, cebollas y zanahorias, mientras bailaba una suerte de movimientos horripilantes.
Al rato abandonó la cocina, hubo un gran silencio, agua cayendo y reapareció con un bolso negro estilo médico y enormes lentes de sol que la hacían irreconocible.
Pasó de largo ignorándome y cerró la puerta tras de sí.
Entonces me supe solo en esa casa de paredes en tonalidades amarillas.
Comencé a sentir tristeza, pero al segundo me di cuenta de que la casa era toda para mí y al fin podría hacer lo que me pareciera. Salté de la mesa y comencé a cantar.
"Auuuu... I feel good! Tanananananá!"
Me deslicé de rodillas -aunque no tengo- como Tom Cruise en Risky Business, y encendí el televisor al igual que el equipo de música a todo volumen.
Abrí la nevera de par en par y saqué todo lo que encontré. Un envase decía hummus, me lo comí todo, parecía helado de ajo. Otro decía, mofongo de arroz integral, eran bolas verdes rellenas de pollo y pimiento rojo, muy ricas, aunque algo frías. Otro decía, sándwiches para descongelar, me comí 3, guardé los demás; otro decía lasagna de espinacas...
Así me fui comiendo todo lo que encontré a mi paso… una caja de galletas de osito, un frasco de whipped cream, unas galletas en bolsita plástica que por fuera leían
semillas de lino, unos camarones picantes que me hicieron tomar mucha agua, y de postre, una barra enorme de chocolate Cortés. ¡Mmm, delicioso!
Bailaba samba como desaforado con el mantel puesto de falda y justo cuando mejor la estaba pasando, sentí que algo en mi interior se desgarraba, me partía en dos y me hacía doblarme de dolor.
Desde entonces estoy aquí en el Templo del Sol, que es como ella llama a su baño por tener soles de diferentes culturas en la pared. Debería llamarle el templo de los diarios viejos y los frascos de acondicionador de pelo, pues también parece coleccionarlos.
Cuando ella regrese no verá el terremoto que pasó por la cocina, pues ya mismo salgo de aquí, pongo todo en orden y me regreso a la mesa donde me dejó, con cara de marioneta y mis inocentes ojos de sapo, ¡jejeje!
Ella no sospecha que.../
¡Clicshz!
-Hello, mami, ¿tú dejaste a Gregorio sentado en el baño? Sí claro, él fue solo hasta allí caminando… Yo acabo de despertar y tomarle una foto... deja que la veas cuando regreses… acuérdate de comprar bolígrafos porque…

!!!!!Diablos!!!!!!, ¿qué caraaajos pasó en la cocinaaaaaaa?




*Primer intento de Gregorio de escribir un post.

7 comentarios:

Unknown dijo...

uyy.. Dios santo.. que cosa mas loca y mas curiosa... espero estes bien.. Soy Manny.. cuidate, cualquier cosita me visitas al blog.. Feliz Octavitas

Yolanda Arroyo Pizarro dijo...

Dulce Ana, gracias por la solidaridad. Que bueno fue verte por mi casa. Recibe mi abrazo, me sacaste una lágrima, hermana de la palabra...

Anónimo dijo...

Sin duda, interesante.

Salvatiere dijo...

Mas que intento, un relato comodo, agradable que le iba al ritmo de mi Mauro Picotto entre oidos (Agustin siempre oyendo "Electronica" cuando lee Blog's amigos). Un paso vertiginoso que a mi me gusto. Tendras un sol "Incaico"?. Avisame si no.


Saludos.



Agustin

neftalicruznegron dijo...

Hey! Buen relato, y que siga intentando para que el otro sea mejor.Jejejeje

Te seguiré visitando y leyendo.
Dios te bendigaAaA!

Yiara Sofía dijo...

Bravo...me encanta la picardía de Gregorio y su diálogo interno. Me encanta el Templo del Sol, jajaja, ¿cómo se llamará el mío ahora que tiene eucaliptos por donde quiera? jajaja. Un abrazo hermosa mujer y hermana energética!

Ana dijo...

Manny, si, eso pensé. Es que Gregorio escribe con las patas y lo que yo sé de escritura no le ayuda mucho, je. Yo estoy bien, el que está aun malito es Grego por comelón.

Yolanda, todas tenemos algo que contar en esos temas de aprendizaje... Tú sabes cómo y de qué manera! Adelante!

Ciudadano, gracias por tu visita y y paz renovada!

Agustín, me alegra que la lectura fuese bien con lo que escuchabas, haré la prueba, aunque casi no sé de electrónica, jiji. El sol incaico lo llevo en el alma.

Neftalí, ya ves que de cualquier malla sale un sapo verde, jajaja!

Yiara, querida autoexiliada, le puedes llamar Jardín Botánico. :D
Un abrazo muy fuerte!

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