Tris-tras...suash!

"Pájaros vuelan en su cabeza, suben y bajan como una flecha, son de colores sus fantasías"
Rosario Flores

A Phil.



Tenía pop corn haciendo tris en mi cabeza, (le llaman déficit de atención adulta), y la noche de un bosque repleto de grillos sonando en mis oídos, (le llaman tinitus).
Tenía también a un niño corriendo por el pasillo de mi cerebro con boquita embarrada en chocolate y un globo amarillo cortesía de chili's, con el cual pegaba en la cara a los comensales; al mesero con nombre de filósofo que me había visto hace meses en plan de "nomeemborrachoaloctavotequila-pero-mellevolamesaenredá", hackeándome con sus reverencias y constantes sonrisas; la ensalada en el plato mirándome con ojos de desierto y bolas de paja rodándole encima como en película del viejo oeste; al señor de camisa jaguayana en la mesa del frente, con la cara tan roja y el pelo tan blanco (esta noche le va arder hasta la memoria); el tris tras de la lechuga crujiente en mi boca y aquella otra boca moviéndose en la distancia.

Tris tras, "que el trabajo bla, bla, bla"; tris tris, "que la reunión esto y lo otro"; tras tris, "que la cita médica"; tris tris, "que el arreglo del carro"; tras tris, "que voy al mismo lugar hace 12 años todos los sábados"; tris tras, "que el asma no se me quita"...
Y la distancia crecía como goma de mascar guardada hace 20 horas en el cachete, que, luego extraes y estiiiraaas. 


Mientras, sonidos y pensamientos fluían al ritmo de la lechuga muriendo lacerada:


Tras tras, (quizás sea efectiva la mirada directa a sus ojos y así deje de mover los labios); tris tras, (¿no se supone que está comiendo?); tris tras, (bostezar sería una falta de respeto con la lechuga mostrándose); tris tris, (debo comportarme como adulta); tras tris, (pero ¿de qué rayos hablan los adultos?); tris tras, (chuiiiiiiiiiiiii chuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii -chillido en peak level dentro de mis oídos-); tris tras, (risas entremezcladas con la canción de U2 al fondo -debimos sentarnos en area de fumar para al menos intoxicarme-); tris tras, ("give me a molten"); tris tris, ("Joshua, siéntate tranquilo y come, o te meto un pescozón").
De repente, el de la boca que no paraba de moverse, extrajo un bolígrafo de su bolsillo. 
Tal acto de magia atrajo mi atención:
¡Ah! ¿Tú cargas bolígrafo en el bolsillo?, le pregunté contenta (al fin un tema de conversación).
Me miró con cara de juat y realizó varios trazos sobre una servilleta de papel, que lucían más o menos así:




Luego me miró directo a los ojos y dijo: 
¡Escúchame! ¿Estás ahí?
Dejé de comer, fascinada. 
Posó la punta del bolígrafo sobre el hombrecito dibujado diciendo: 
Este soy yo. Yo estoy aquí en la tierra. 
Luego señaló una manchita negra en la parte superior y dijo con toda paciencia: 
Esta es una nave y tú estás adentro. ¿Entiendes? Yo, en la tierra, tú, en el espacio. 
Yo te hablo y tú no me escuchas. No existe c-o-m-u-n-i-c-a-c-i-ó-n. 
Y mientras estiraba la palabra "comunicación", trazaba una línea entrecortada desde la nave espacial al hombrecillo, lo cual me hizo explotar en carcajadas mirándolo con ojos de quien descubre un talento oculto. 
Chillando de gozo le pedí me regalara su obra de arte. 
Ignorando mi pedido, la guardó de mala gana en un bolsillo y terminó de comer en silencio.
Fue así como perdí mi mapa de regreso.




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