jueves, 18 de diciembre de 2008

Pantuflas' effect


En estos días estoy hecha de pantuflas,
de sol por la ventana, de vientres mullidos de pájaros
picoteando flores de enredadera.
Las zanahorias me persiguen,
las manzanas me arrullan en canela,
el chocolate caliente me engaña,
las calabazas me bañan el órgano más amplio.
Creo que soy extraterrestre,
una versión primitiva y desquiciada,
hipersensible,
con la telepatía debilitada,
sin antivirus para lo alojado en mi memoria.
Pero ¿qué digo?
No soy un robot.
Los robots no enlazan alambres con cuentas recicladas,
ni crean móviles que mece el viento,
ni amasan galletas,
ni sueñan que juegan con niñitos en medio del caos,
ni despiertan alucinando
las mil maneras de escribir un mail
a un pedazo de sí
desaparecido.

4 comentarios:

Vroni dijo...

Sabes.. no soy muy fan de la poesía pero me gusta como escribes, no es cursi. Me encanta tu blog, es tan tierno y delicado y bien chistoso! Un saludo...

Ana dijo...

Vroni, gracias por describirme, jaj, broma!
;)
Ya en serio, es curioso que a veces escribo con furia o dolor inimaginables y lo que resulta es infantil, poco severo.
Cuando sea grande quiero "saber" escribir.
:)
Un abrazo!

Yarisa Colón Torres dijo...

Sera que viras la furia patas arriba.
A mi tambien me encanta leer tus poemas!

Ana dijo...

Jajaja Yarisa!
Creo que es así!
Le caigo a salpafuerazos hasta que salve.
:)

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