¡Se acabó!
¡Identifiquen el gen maldito de la escoria!
¡Neutralícenlo, elimínenlo!
¡No podemos (aunque ganas nos sobran)
largarnos todos del país y dejarle la isla a des-almados
para su orgía de sangre y violencia contra niños y mujeres!
¿Qué haremos, qué harás?
¿Acaso a alguien importa?
¡Pa'l carajo el "ay bendito" en Puerto Rico!
Sin más y sin perdón,
hartos de odio en una colonia de sangre,
cuya sensibilidad sólo se hiere al ser llamada tercermundista.
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