Cada día busco una canción que evapore las voces del silencio ancestral, que rompa mis tímpanos desangrando el cuerpo de furias, que me mate y me deje vivir.
Cada día busco un laberinto que me libere de esta heredada prisión, que me devuelva las ganas de fingir volar donde nunca quise estar, donde vomité abandono y maldición.
Cada día busco un grito que me desate los órganos, que ayude a romperte las carencias conformistas, tu asco que todo discrimina; hasta mi infierno límite que acicalas con burla.
Cada día busco y me busco.
Cada día.
Cada día soy menos tú, más pez de oro, más mutante.
He dejado de buscarte.
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© ALR, Puerto Rico, 2010
© ALR, Puerto Rico, 2010
1 comentario:
Gracias Siluz!!
Paso por allí, si no ahora, más tarde.
Abrazo!
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